Cepillos interproximales

Los cepillos interproximales, se utilizan para limpiar entre los dientes y muelas, cuando el espacio entre las piezas es amplio, o cuando existe un puente de porcelana o dientes ferulizados (unidos, soldados).

También se usan con idéntico fin, y de la misma manera, para limpiar los implantes, al ras o dentro del surco de la encía, por debajo de la estructura que sostiene los dientes de porcelana o por debajo de las barras que retienen una sobredentadura.

Espacios interproximales ocupados por encía

En una boca sana, joven y en condiciones normales, no hay espacios entre las muelas. Las muelas hacen contacto entre ellas en un punto «apretado». Por debajo de ese punto de contacto encontramos la encía. La papila de encía, lo ocupa todo en el niño, en el joven y en el adulto con una dentadura sana o bien conservada o mantenida. En esos casos, solo se puede usar un hilo dental, seda, o cinta dental.

Espacios interproximales vacíos, sin encía

Pero, por diferentes circunstancias que no trataremos aquí, la encía se retrae, se encoje. Se pierde o disminuye la papila gingival y quedan espacios triangulares entre las muelas. Cuando ocurre entre los dientes, se ven como espacios «negros» que afean la sonrisa. Son espacios con forma triangular. Triángulos equilátero o isósceles, según la anatomía dental.

En espacios amplios como éstos, se puede usar una cinta dental, cepillos interproximales o una combinación de ambos.

Coronas de porcelana ferulizadas (soldadas)

Muchas veces, por razones de resistencia, retención o practicidad, se hacen coronas de porcelana NO independientes, individuales, separadas una a una, sino 2 o 3 ferulizadas. Son 2 o 3 piezas unidas entre si.

Ante esta situación, no es posible pasar una cinta o hilo dental por el medio de las piezas, debido a que están unidas por una soldadura. En éstos casos, es de uso obligado un cepillo interproximal adecuado al espacio disponible.

Por suerte hay cepillos interproximales de muchos tamaños. Desde uno muy muy fino hasta uno regordete.

Puentes fijos de porcelana

Un puente fijo, es básicamente una prótesis de 3 o más piezas, en el cual 2 piezas naturales de la boca del paciente, sujetan a una o más piezas artificiales que reemplazan a las piezas ausentes.

Todo el conjunto, es una pieza entera, soldada, por la cual, en el medio, no se puede pasar una cinta dental.

Un puente fijo, se debe limpiar por debajo, con cepillos interproximales adecuados al espacio disponible.

Hay que limpiar haciendo presión contra la pieza natural, propia, y hacia la encía. No contra la artificial.

Hay que limpiar haciendo presión contra la pieza natural propia y hacia la encía. No contra la artificial.

Barras sobre implantes, para retener una sobredentadura

Se pasa el cepillo normal alrededor de cada pilar de la barra y a continuación el cepillo interproximal por debajo de la barra.

Este debe aplicarse haciendo presión contra el pilar y intentando introducirse en los cuellos de los pilares, dentro de la encía.

No es necesario limpiar sobre la encía donde no hay implantes y solo pasa la barra.

Estructuras con dientes de porcelana sobre implantes

Se limpian igual que un puente fijo. Es imprescindible, que el dentista, deje un espacio adecuado por debajo de las conecciones, para que sea viable el pasaje de algún tamaño de cepillo interproximal. De lo contrario se hace imposible la higiene. Si no hay higiene No se puede lograr el mantenimiento de la salud de la encía y por tanto la duración del implante.

Estructura fija soldada

Algunos comentarios

1. Los cepillos interproximales en general son mejor aceptados por los pacientes porque son más fáciles de usar que una cinta. Requiere menos destreza y son muy prácticos.
   Sin embargo hay situaciones en que los cepillos interproximales no superan a la cinta dental en eficacia. El dentista debe valorar cada situación especial y aconsejar.
2. Los cepillos interproximales resultan más caros. Pero su utilidad, practicidad y resultados superan ese «inconveniente».
3. Los cepillos más finos, se doblan y se rompen pronto. Por eso debe haber un espacio adecuado para el cepillo adecuado y practicar su introducción en el hueco. Si se hace con cuidado no se doblan y rompen tan pronto.
4. Los cepillos actuales en 90º «Interprox» plus de DENTAID, no llevan un alambre normal, sino acerado y recubierto. Al ser acerado, no se dobla como un rulo.

Algunos consejos

1. Hay que seleccionar el cepillo del mayor tamaño posible que pase por el espacio. Si es muy grande, lastima al obligarlo a entrar. Si es muy pequeño, pasa fácil, pero no limpia debajo de la encía.
2. Al pasar el cepillo, presionando hacia la encía, la encía no debe sangrar. Este signo indica salud gingival.
3. El cepillo en sus cerdas tiene dos colores:
   Negro: para que sobre el negro resalten los restos de comida que son blanquecinos.
   Blanco: para que sobre el blanco resalte la sangre que es roja.
4. El cepillo debe salir limpio. Ni comida ni sangre, si es así, todo está bien, sino, lavarlo y repetir el pasaje de cepillo.
5. Usarlo después de comer. O antes de acostarse. O después del desayuno. Depende los casos. En la mayoría de los casos, una vez al día, bien hecho, es suficiente.
6. Si te sangra o te duele, a pesar de que el cepillo atraviesa bien el espacio, es que no lo usas nunca. Úsalo a diario, una vez al día, y dejará de sangrar. Luego dejará de doler. Consulta con tu dentista en vez de tirar la toalla, o «tirar el cepillo».

Clínica Dental Dr. Juan Balboa
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