Año 1985, hace ya mucho tiempo.
Dos alumnos destacados de ODONTOLOGÍA, que cursaban el último año de carrera, discutían sobre cómo sería el futuro de la profesión, ya que en esos momentos se estaban produciendo distintos avances dentro de la especialidad.
Por aquel entonces, la odontología más demandada por la población general, era la restaurativa. Salvar dientes:
empastes, endodoncias, coronas.
En segundo lugar, la prótesis, para reponer los dientes ausentes que no se pudieron salvar:
puentes fijos, puentes removibles y prótesis completas.
Y en algunos casos minoritarios, había dentistas que salvaban dientes haciendo tratamientos periodontales, combatiendo así la piorrea (periodontitis o enfermedad periodontal).
Dentro de ese panorama, surgen dos o tres tendencias que empiezan a vislumbrarse como futurista. La ODONTOLOGÍA DEL FUTURO.
Una de ellas era la Implantología, y la otra la Prevención. También había otra, ya muy impuesta pero no tan popular, la Ortodoncia.
La Ortodoncia era cosa de pocos especialistas. Los brackets no estaban para nada de moda. La Ortodoncia era para los niños. En adultos era casi inexistente. Los adolescentes no querían ponerse «esos hierros en los dientes». Los «hierros» eran motivo de burla. Incluso muy usados como gracia en cine y T.V. en programas cómicos y comedias.
Víctor, alumno de 4º año de odontología, y David, alumno de 5º, discutían sobre ¿a qué carro subirse para no perderse el futuro de su carrera profesional?.
Víctor, el de los implantes, defendía la postura de que dentro de 30 años, en el año 2.000, los implantes dentales serían lo más rentable, y que sería la solución para los problemas de ausencias dentarias. Aseguraba que la salud, la función y la estética, iban a ser aportadas por las prótesis retenidas por implantes.
El futuro entonces era para Víctor especializarse en implantes, que, aunque en 1985 estaban en pañales, Víctor les auguraba un futuro prometedor. Lo mejor, para tener éxito en la profesión, era poner implantes. Víctor apostaba por los implantes dentales.
David, el de la prevención, defendía que los implantes, -si es que terminan por imponerse, ya que estaban en fase experimental- solo serían tratamientos transitorios, para esa generación antigua de pacientes que habían perdido su dentadura y que ya no tenían otra opción, ni otra oportunidad. Pero para la gente joven del futuro, para la gente moderna del siglo XXI, la tendencia iba a ser la PREVENCIÓN. Cuidar tu dentadura.
Los seres humanos, como animales racionales que son, iban a preferir cuidar sus propios dientes naturales y conservarlos, antes que ponerse implantes artificiales; y que la ciencia desarrollaría una vacuna contra la caries y alguna solución contra la piorrea (periodontitis).
David estaba convencido de que los pacientes abrazarían con pasión la prevención y pagarían con ilusión por recibir información, motivación y cuidados preventivos.El interés de los pacientes por el control de la placa bacteriana eliminaría la gingivitis y descendería la tendencia hacia la periodontitis. El uso de selladores de fosas y fisuras y la aplicación de Fluor controlaría la aparición de las caries. Lo único que haría falta era informar, instruir y motivar a los pacientes para que hagan prevención. David apostaba por la Prevención.
Año 2023
En 1.985 David y Víctor apostaban por quién ganaría la carrera de la salud en odontología, si la prevención o la implantología. Casi 40 años después, la prevención parece ser la clara perdedora. Pero no solo pierde ante la implantología, sino también pierde ante la ortodoncia, que se está poniendo a la cabeza como una especialidad ganadora y con un futuro inmejorable.
Pero… ¿realmente la prevención está perdiendo puestos y es una gran olvidada? o la prevención se está abriendo camino, pero por senderos ocultos, alternativos, inesperados y no rentabilizados por la profesión.
La prevención no es rentable para las clínicas dentales. Nadie paga gustosamente por recibir «prevención en odontología». Simplemente no tiene demanda. Y la oferta de la Odontología al respecto, es muy pobre y muy poco eficaz. Sin embargo la prevención se impone tácitamente. La prevención gana adeptos debido a que la población tiene más conciencia de la salud de su boca y está adoptando hábitos de cuidados orales que sus padres y abuelos no practicaron nunca.
¿Qué está pasando en el siglo XXI con la prevención en salud bucal? ¿Qué pasó con aquellos soñadores del siglo XX, que auguraban un año 2.000 libre de caries(OMS)? FRUSTRACIÓN. Nada más.
La vacuna contra la caries jamás llegó. La solución para prevenir o curar la piorrea jamás llegó.
Sin embargo la población joven de 2022 goza de mejor salud bucal que nunca; y los adultos llegan a viejos con más dientes propios que nunca.
Es evidente que la Ortodoncia, la estética dental y el interés por los dientes blancos han tenido mucho que ver. Y los artistas de Hollywood también. ¡Gracias!
Para conservar la salud de la dentadura es primordial el control de la placa bacteriana. La Ortodoncia, al alinear los dientes y conseguir perfiles y arcos dentales armoniosos y equilibrados, facilitan la higiene y dificultan a las bacterias encontrar ángulos muertos y recovecos donde colonizar y desarrollarse. Una boca alineada es más fácil de cepillar y de pasar la cinta dental.
Además el paciente de ortodoncia suele estar más motivado a cuidar su nueva sonrisa, porque le ha insumido tiempo y sacrificio; y sobre todo, le ha costado dinero, y ese esfuerzo económico suele ser muy motivador.
La estética con resinas y cerámicas, y los tratamientos de blanqueamiento dental, tanto en clínica como en casa, han despertado el interés de los pacientes por la higiene, por los cuidados, por las limpiezas dentales, por los detalles de sus dientes. Por los productos y artilugios para el cuidado bucal y el esmero y dedicación para utilizarlos.
Nadie invierte en un cepillo eléctrico o en un irrigador bucal de 80 €, para luego dejarlo sin uso en un cajón. Al menos, al principio de la compra lo intentan usar, y ese intento de acción, pone al paciente frente al espejo y empieza así a mirarse los dientes y con frecuencia descubre como son.
De repente, los pacientes enfocan su atención en sus dientes, y empiezan a compararlos con los dientes de sus parientes, amigos y compañeros. Empiezan a desear mejorar su aspecto, o al menos mantenerlos sanos y libres de manchas, sarro, caries, desgastes o empastes feos. Ese fue un gran cambio.
En 1.985 se hacían muchos empastes y muchas endodoncias (quitar el nervio) en los dientes anteriores. Me refiero a esos dientes que se ven más, los más visibles, los de la sonrisa. Hoy se hacen pocas endodoncias en dientes anteriores, pero se siguen haciendo en las muelas.
En 1.985 pacientes con ausencias dentarias o semi desdentados, eran habituales de ver. Hoy en día la gente no quiere que se la vea sin dientes.
Finalmente la salud bucal mejoró. Pero no de la mano de la prevención activa de la odontología ( la caries y la periodontitis siguen sin tener cura) sino por un cambio social en el interés por cuidar los dientes. Una motivación sociocultural más que de salud.
Si nos cuidamos y seguimos haciéndolo bien, las generaciones futuras de los próximos 30 años – años 2050 – seguirán haciéndose ortodoncias, pero serán necesarios muchos menos implantes. O, quien sabe, quizás la vacuna contra la caries y la periodontitis finalmente llegue.
Tanto Víctor como David tenían razón. Ambos ganaron.
Calle Marqués de Riestra 19 – 2º B – PONTEVEDRA – ESPAÑA
Teléfono 986 86 36 02
3 comentarios
Hola colega
Que buen artículo acabas de publicar
Muy bien argumentado y con aportes valiosos
Me sentí muy a gusto leyendolo, sabiendo que hay colegas poniéndole cariño a redactar y publicar información de calidad
Y más allá de eso, a transmitir un mensaje
Pienso que la prevención es valorada desde el punto de vista de que ya no se ve tan normal perder dientes
Y si, una sonrisa hermosa es un asset que muchos desean
También se trata que nosotros los Odontólogos en consulta siempre recordemos que un diente es mejor que un implante
Gracias por tu aporte
Saludos desde Caracas
¡Interesantísimo artículo! Me encantaría saber mucho más acerca de como cuidada los dientes de manera correcta. Es muy complicado encontrar ese tipo de información incluso de tu dentista.
Excelente artículo con información muy valiosa tanto para clientes como profesionales que necesitan adentrarse en este campo. ¡Gracias por compartir desde tu experiencia, dejas más claro que hacer en cada caso!